Hablemos de neurociencia y negocios esta vez. Desde la perspectiva de la neurociencia, las habilidades se relacionan con la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo del tiempo en respuesta a la experiencia y al entorno. A medida que una persona adquiere y perfecciona habilidades, se producen cambios físicos en la estructura y la función del cerebro, como el fortalecimiento de ciertas conexiones neuronales o la formación de nuevas. Es decir, cuanto más hacemos algo, por mínimo que sea, el destino final es automatizarlo, a eso se le llama habilidad.
En estos días, todo el mundo busca ser una persona exitosa, leyendo libros que sugieren levantarse a las 5 de la mañana o dormir poco, solo por el potencial de ganancia económica, sin medir las consecuencias.
Además de esto, la meditación y la espiritualidad lo relacionan mucho últimamente con el dinero, ¡y este tema me encanta! No es que quien medita se haga rico, ni que quien tiene mucho dinero necesariamente sea un maestro de la meditación. Debemos aclarar que el hábito de estar en paz con nosotros mismos depende de cuán atentos seamos a las señales de nuestro cuerpo y, a partir de ahí, hacer los cambios necesarios para mantenernos sanos y duraderos.
Después de entender esto, debemos comprender que estar en paz con lo que somos y lo que queremos ser, debe estar alineado con nuestra capacidad para educarnos al respecto. Se puede ser una persona llena de luz y paz interior, sin un solo dólar, porque no se entiende cómo funciona el manejo del dinero. También se puede ser una persona próspera y llena de luz una vez que se aprende a manejar el dinero.
En conclusión, los mejores hábitos para lograr el éxito en los dueños de negocios están alineados con la capacidad individual de satisfacer las necesidades fisiológicas como primer paso en la subida de las jerarquías de las necesidades de Maslow.
Luego, con la capacidad de encontrar seguridad y mantenerla; por eso es tan importante aprender a conservar todos los logros que vayamos adquiriendo. Partiendo de aquí, es fundamental evaluar nuestra condición actual, la anterior y la que queremos obtener, y actuar en consecuencia, teniendo siempre una valoración positiva de nosotros mismos, sin compararnos con otras personas.
Debemos evitar que lo que hagamos en nuestro día a día afecte negativamente los logros que hemos alcanzado, pero sobre todo, no permitir que nos ciegue y nos haga pensar que no podemos volver al inicio. Finalmente, como último nivel de la jerarquía de Maslow, la autorrealización debe ser el hábito más sólido para alcanzar el éxito. Debemos hacer todo aquello que nos haga felices, sin destruir lo que ya hemos construido con tanto esfuerzo.
Para establecer una estructura general de hábitos como individuo, miembro de la sociedad y dueño de negocios, puedes apoyarte en esta página donde se valida que nosotros, los empresarios, tenemos necesidades diferentes al resto de la población, pero mejor aún, somos pioneros en la creación de un programa de bienestar corporativo enfocado en ti como dueño de negocio.
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