Soy Roxana Chapotin, y si algo he aprendido en mi trayectoria como asesora de bienestar corporativo, es que la comunicación efectiva es la columna vertebral de cualquier negocio exitoso. No importa cuán buena sea tu idea o cuán innovador sea tu producto, si tu equipo no está en sintonía, estás destinado a enfrentar desafíos que podrían haberse evitado fácilmente. Por eso, quiero compartir contigo estrategias prácticas que puedes implementar desde hoy para mejorar la comunicación en tu equipo.

Escucha activa: El primer paso para una buena comunicación

Muchas veces nos enfocamos en qué vamos a decir, pero la comunicación no se trata solo de hablar; se trata de escuchar. La próxima vez que alguien en tu equipo te hable, haz un esfuerzo consciente por prestar toda tu atención. Deja de lado el teléfono, míralo a los ojos y valida lo que está diciendo. Una simple frase como “Entiendo lo que me dices, gracias por compartirlo” puede marcar una gran diferencia.

Personalmente, esta práctica me ha ayudado a crear un ambiente en el que todos se sienten valorados y, como resultado, contribuyen más al éxito del negocio.

Define expectativas claras desde el principio

¿Alguna vez te ha pasado que das una instrucción y al final el resultado no es lo que esperabas? Esto suele ocurrir porque no dejamos claro qué necesitamos ni cómo medirlo. Asegúrate de explicar con detalle qué quieres, para cuándo lo necesitas y cómo luce el éxito en esa tarea específica.

Un consejo práctico que siempre recomiendo es usar la regla SMART (Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y con un Tiempo definido) para cada asignación. Desde que implementé esto, los malentendidos en mis proyectos han disminuido drásticamente.

Usa herramientas de comunicación efectivas

En el mundo actual, la tecnología puede ser tu mejor aliada. Aplicaciones como Slack, Microsoft Teams o Trello son geniales para mantener a todos en la misma página. Sin embargo, recuerda que la herramienta no soluciona el problema por sí sola; es cómo la usas lo que importa.

Por ejemplo, en mi equipo usamos Trello para organizar proyectos y evitar el típico “Pensé que tú lo harías”. Además, dedicamos tiempo semanal a revisar el progreso y ajustar las prioridades. Esto no solo mejora la comunicación, sino que también reduce el estrés.

Establece reuniones productivas y no solo “reuniones”

¿Cuántas veces has salido de una reunión pensando que fue una pérdida de tiempo? A mí también me pasaba hasta que aprendí a hacer reuniones más efectivas. Ahora sigo una estructura básica:

  • Propósito claro: ¿Por qué estamos aquí?
  • Agenda previa: Enumera los puntos que se tratarán.
  • Roles definidos: Asegúrate de que todos sepan su papel antes de la reunión.
  • Acción posterior: Cada reunión debe terminar con tareas claras para cada participante.

Con este enfoque, las reuniones se vuelven herramientas de progreso, no de frustración.

Abre canales para feedback constante

En un equipo, las mejores ideas no siempre vienen del líder. Asegúrate de crear un entorno donde las personas se sientan cómodas compartiendo sus pensamientos, ya sea para sugerir una mejora o para señalar algo que no está funcionando.

Algo que hago en mi negocio es tener sesiones de retroalimentación cada mes. A veces, estas sesiones han revelado pequeños problemas que, si no se resolvían a tiempo, podrían haberse convertido en grandes obstáculos.

Adapta tu estilo de comunicación a cada persona

Todos procesamos la información de manera diferente. Algunos prefieren instrucciones detalladas, mientras que otros funcionan mejor con una visión general. Dedica tiempo a conocer a tu equipo y ajusta tu estilo según lo que les funcione mejor.

Por ejemplo, recuerdo a un miembro de mi equipo que se frustraba con demasiados detalles. En lugar de abrumarlo, aprendí a darle solo la información esencial, y su rendimiento mejoró significativamente.

Fomenta la confianza y la transparencia

La confianza es el pegamento que mantiene unido a cualquier equipo. Si tus colaboradores sienten que pueden ser honestos contigo sin miedo a represalias, la comunicación fluirá naturalmente. Sé transparente sobre los desafíos que enfrenta el negocio y cómo ellos pueden ayudar.

Yo siempre digo: “Si estamos en el mismo barco, debemos remar juntos”. Este enfoque ha generado una conexión más fuerte con mi equipo.

Conclusión

La comunicación efectiva no es un lujo; es una necesidad para cualquier líder empresarial que quiera llevar su negocio al siguiente nivel. Con un poco de práctica y dedicación, puedes transformar la forma en que tu equipo interactúa y trabaja en conjunto.

Recuerda, cada mejora en la comunicación no solo beneficia a tu equipo, sino que también refuerza la salud y el éxito de tu negocio. Como siempre digo: un negocio saludable empieza con un líder saludable, y eso incluye la forma en que te comunicas.

¿Estás listo para implementar estas estrategias en tu equipo? ¡Déjame saber cómo te va!